Aíslan el virus de la "Fiebre Mundialista Peruana"

Pocas veces un mail reenviado vale la pena... pero este está buenísimo:

Aislan el virus causante de la “Fiebre MUNDIALISTA peruana”

Fases identificadas del mal:

Primera fase: Vísperas de las eliminatorias mundialistas. La prensa deportiva (léase futbolística) engríe groseramente a los seleccionados, exaltando sus inexistentes méritos como exponentes del “deporte rey”.

Segunda fase: Entusiasmo generalizado de la hinchada. Pese a la mediocridad reinante, no hay aficionado que crea que no podamos clasificar. Los defensores de “la blanquirroja” son poco menos que dioses del Olimpo.

Tercera fase: Inicio de las eliminatorias. Primeros empates e impresentables triunfos de la selección por la mínima diferencia (y “en casita”). No obstante los magros resultados, la confianza de la afición en “los muchachos” sigue indeclinable.

Cuarta fase: Primeras derrotas. La selección no sólo pierde los partidos, sino que los pierde “con roche”. Pare “en seco” del entusiasmo de la hinchada.

Quinta fase: Inusitado interés de los fanáticos del fútbol por la ciencia de Baldor. Todavía podemos clasificar “matemáticamente hablando”.

Sexta fase: La selección nacional se convierte en una máquina de colar pelotas. Ya no le ganamos ni al equipo del Carhuamayo Fútbol Club. Incontenible impulso de los hinchas por arrojar, en pleno partido, los televisores por la ventana.

Séptima fase: “Todos tienen la culpa”. Según la prensa y la afición, desde la dirigencia hasta el jardinero que cortó el césped en el estadio.

Octava fase: Resignación ante la dura realidad. Período depresivo. El fanático recurre a ver con nostalgia los antediluvianos y más blancos que negros (de tanto que los pasan) videos de Perú en México 70.

Novena fase: Vuelco total en las preferencias de la hinchada, que ya apoya abiertamente al equipo contrario.

Período de incubación del virus: cuatro años.